Así me dijeron, así que lo haré. Pero antes debo decir que estoy sorprendidísima con la cantidad de visitas que han pasado por Cerveceándola, muy agradecida.
He tenido botado este sitio, pero no ha sido por falta de material, al contrario, en los próximos meses solo serán recuerdos de mi mundanal vida llena de excesos como me dijeron por ahí algunos envidiosos.
Ha sido mi vida de esclavo la que no me ha permitido escribir ni una línea, trabajo trabajo trabajo.
Comenzaré contando que he descubierto que cada vez somos más consumidores que, hartos de beber "chicha de calcetín", "sonrisa de tigre" y cochinadas tales que nos causan terribles resacas, dolores estomacales y hasta tiritones de repente, sin haber abusado del brebaje, nos hemos decidido a decir basta!, y a exigir, por sobre todo, calidad y variedad.
Así no más.
Cada vez tengo más amigos que me preguntan dónde pueden conseguir cervezas artesanales. Siempre les doy los datos de los lugares donde las venden, ya sean supermercados, botillerías, restaurantes o pubs, pero esta vez les voy a dar el tremendo dato.
Conocí un lugar llamado Zapata Imports (creo) El local queda en el barrio Victoria, en San Diego con Victoria de hecho.
Ahí, estimados, es el paraíso. Oh sí.