martes, 24 de mayo de 2011
Patagonia sin represas y cervezas
Estas últimas semanas en Chile hemos estado en la polémica de si tendremos o no una nueva represa en la región de Aysén, a lo cual me opongo, siempre me he opuesto y hasta el final lo haré.
Así que así sin más, estaba yo saltando y gritando consignas junto a mi comensal cuando nos vimos obligados a huir de una estampida humana, gases lacrimógenos y aguas servidas.
Corrimos y corrimos por el Parque Bustamante, capeando cabezas de polera, vándalos incendiarios, hasta que decidimos doblar y subir por Bilbao y así llegamos a Condell y nos metimos al Ecléctico.
He visitado varias veces este lugar, me gusta mucho, más que nada por su variada carta que por sus cervezas, aunque tienen varias artesanales, pero me picaba tanto la garganta que pedí un shop de medio de Austral Lager, 4,6º, con un vaso sacado del congelador, cumplió la función de apaciguar a mi maltratada garganta.
De color dorado, como todas las lager, muy muy espumosa al servirla pero ésta desaparece rápidamente y tampoco es muy aromática.
Muy ligera pero que calma la sed, la calma.
Tanto caminar por la Alameda me tenía hambrienta, así que comensal y yo decidimos pedir unas papitas de la casa, muy ricas y unas empanaditas de puerro maravillosas.
Como aún nos picaba la garganta, pedimos a la hermana Calafate de Austral, que, a mi humilde juicio es la mejor de Austral. De un bello color cobrizo, sin nada de espuma, tiene un aroma a frutas y un sabor dulzón, claro, si es de calafate, un berry de la Patagonia (para hacer honor a la causa) de 5º, para ser industrializada, es bastante buena.
Buena música, buena comida, buen ambiente, la cuenta nos salió bastante razonable, recomiendo el Ecléctico, de Condell, el de Tobalaba no lo conozco, tendría que correr mucho para llegar.
Bonita la foto, la encontré en google.
Seguíamos con picazón, (los gases lacrimógenos son nefastos), así que pasamos por nuestro supermercado amigo que siempre tiene novedades y nos hicimos de un par de curiosidades.
Holsten Maibock, una cerveza alemana que encontré a $780 la lata de medio. Su color es anaranjado, tiene aroma a lata, obvio, y es muy dulce, muy rara, no es mala, pero es plana, no es ni amarga pero es bastante alcohólica, 7º, demasiada azúcar.
Tübinger Honey, esto fue una osadía de mi parte, pues no me gustan ni un poco estas cervezas de miel.
De color ambar y dulce aroma, está bastante carbonatizada, pero, no le siento mucho sabor a miel, es refrescante, 6,5º, pero definitivamente, no la comprendo.
$1090 la botella de 330.
Mi supermercado amigo es el Unimarc de Portugal, siempre tienen cervezas artesanales y van variando en las marcas.
Termino este post, gracias por visitar este blog, y sin represas y más cervezas!!!
martes, 3 de mayo de 2011
Cerveceándola no más.
Lectores, agradezco mucho que pasen por este blog que nació como un ejercicio personal, sin pretensiones de ningún tipo, pues siempre quise escribir pero nunca supe de qué, por eso disculpen si pierdo el norte narrando otros sucesos.
Es difícil vivir catando, pero igual hago esfuerzos sobre-humanos para llevar este reporte a tu pc.
Han sido muchas las cervezas que he degustado el último mes, malas, muy malas y otras muy buenas.
Estuve hace pocos días en la Cervecería Nacional, un bar situado en el Barrio Yungay, en el centro de Santiago, hacía mucho tiempo que quería ir, pues sabía que tenían muchas cervezas artesanales y también importadas, así que así sin más, mi compañero en esta senda me acompañó.
Llegamos temprano, no había casi gente, el lugar es simple y acogedor, me gustó, pero lo mejor es su carta, tienen muchas, pero muchas cervezas.
Bundor, Leyenda, Rock, en fin, también muchas importadas y por supuesto, su cerveza de la casa.
Como una de las cosas que ya sé sobre mis gustos cerveceros es que mi birra debe ser de 6º hacia arriba y como soy ruda y perversa, me pedí una Edelstoff Barley Wine de 10º, me gustó mucho, a pesar de sus 10º no pega tan fuerte pues es frutosa, acaramelada y tiene algo de toffee, muy poca carbonación y nada de espuma.
Barley wine es un estilo de cerveza fuerte originario de Inglaterra. En general me agradan las cervezas de Edelstoff, una microcervecería ubicada en San Bernardo que produce desde 2006.
Después de esta experiencia totalmente diferente, pues es una cerveza que deja un regusto casi a vino, continué con otra Edelstoff pues hay una promoción 2 x 3.000 pesos, y me pedí la Porter, de 5,2º, lo normal de espuma y bastante carbonatada, tostada, sabor mas bien corto.
Entremedio pedí una pizza vegetariana a la piedra muy buena para poder seguir con mi infatigable misión.
Pedimos también la cerveza de la casa, su espuma sabe a crema, mmmmm, algo ácida, de un bello color y un sabor que se queda un rato en el paladar, bastante turbia, no sé su graduación, pero no está nada mal.
Algún día elaboraré mi propia cerveza, dice mi hermano que necesitamos un lugar grande por que saldrán muchos olores, él sabe mucho de fermentos así que le creo, una vez hizo chicha (bebida típica del campo en Chile) y le quedó muy buena.
Para terminar esta jornada maratónica pedí una Perra Brava, no la conozco para nada, pero a esas alturas de la noche su nombre me pareció maravilloso, elegí la Perra Brava Dorada, una pale ale de 4º sin filtrar, que a esa altura parecía agua, pero igual tenía un agradable sabor, suave y un bello color rojizo. Creo que debe ser buena para maridar una rica comida.
¿La cuenta?, bastante razonable, así que definitivamente volveré a Cervecería Nacional pues me quedaron muuuuuchas cervezas que probar.
P.D. Por primera vez, bueno segunda, tomé prestada una foto, la de la fachada de la cervecería.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)